viernes, 17 de agosto de 2012

La prenda femenina más íntima


Seguramente el título del post ya hizo volar la imaginación de más de uno pero en este caso no me refiero a las pequeñas o grandes prendas que se usan bajo la ropa sino me refiero a un artículo de primera necesidad para las mujeres y que aún no entiendo cómo los hombres pueden vivir sin ellas.

Se trata de las carteras y en este post entiéndase por cartera cualquier bolso, bolsa, maleta, mochila, shigra, morral y hasta chauchera. Por un lado, están las carteras pequeñas que se usan para fiestas y en las cuales una tiene que decidir entre llevar el celular o las llaves de la casa porque no entran ambas ya que el maquillaje ocupa el 80 % del reducido espacio y es imprescindible en esas ocasiones.

También tenemos los bolsos que están más cerca de ser una pañalera que de ser una cartera y en los cuales entra un par de zapatos de tacón y el libro “Rayuela” de Cortázar además del maquillaje, la billetera, el llavero de osito de peluche con las llaves de la casa y / o del auto, el estuche de los lentes, las gafas de sol, una botella de agua para el calor, los teléfonos celulares que, por cierto, se esconden mejor que Waldo cuando alguien está llamando y más secretos que la caja de Pandora.

Yo creo que uno de los grandes enigmas de la humanidad debe ser ¿Cómo los hombres salen de casa con todo guardado en los bolsillos de su pantalón? Llevan la billetera, las llaves de la casa, el celular y hasta el radio del auto sin necesidad de algún tipo de cartera que, según investigaciones (no aptas para hipocondríacos) tienen más bacterias que un baño público.

Yo, en lo personal, me siento desnuda cuando salgo de casa sin este accesorio y siento que voy a perder todo cuanto caiga en mis manos porque soy campeona olímpica en despiste. Lo bueno de la cartera es que también sirve para guardar las lindas bolsitas color rosa delatador que se requieren con urgencia en días difíciles o el rollo de papel higiénico muy útil para combatir el moquillo. De todas maneras es mejor lucir una cartera que haga juego aunque sea con los ojos, antes que andar por la vida padeciendo del síndrome de la billetera.

lunes, 6 de agosto de 2012

Once upon a time..


Hace muchos años escuchaba música clásica en viejos casetes cuyo paradero hoy me es desconocido. Cuando tenía oportunidad, miraba a los violinistas como pequeños muñequitos de cuerda con movimientos tan perfectos que emanaban un sonido tan vibrante como canto de sirena. Poco a poco quise involucrarme en la música pero mi única oportunidad sería con un instrumento ya que no fui bendecida con el don del canto, por eso soy el terror de los karaokes. 

Tuve una serie de intentos frustrados para entrar en clubes de música tanto en la escuela como en el colegio, por eso me dediqué a algo para lo que era realmente buena… meter lata! Y así me involucré en Congresos, Concursos de Oratoria, Libro Leído y demás. Pero sentía que algo me faltaba. De modo que, cuando ya fui lo suficientemente grandecita (superé el metro y medio) para solventarme mis gastos, me compré un violín y empecé a tomar clases con una profesora alemana que tenía paciencia de santo.

Si bien el trabajo me permitía costearme este pequeño hobby, la vida de estudiante y proletario  apenas me dejaba tiempo para practicar unas pocas notas que sonaban a gato atropellado. Sin embargo, me propuse continuar y así aprendí mi primera melodía “Alle meine Entchen” que es una versión alemana de “Los pollitos”. También aprendí a solfear y pude rendir con honores mi examen final que fue un recital con niños de menos de diez años en donde toqué “La Primavera” de Vivaldi.

Ahora que empezamos la mudanza a nuestro nuevo hogar, he tenido que deshacerme de muchas cosas. Algunas con valor sentimental, otras quizá significaron algo en el pasado pero hoy son solamente papeles amarillos y otras que son solo una muestra de lo malgastado que era el dinero en los años de universidad como por ejemplo, mi hermosa y extensa colección de etiquetas de cerveza.

Pero, sin duda, uno de los objetos que tuvo la despedida más difícil y emotiva fue mi viejo violincito de colores. El pobre estuvo almacenado durante más de tres años en la repisa más alta de mi closet y hoy por fin volvió a ver la luz del sol y a emitir ese hipnótico y vibrante sonido con sus desafinadas cuerdas. La repartición fue rápida, al azar y sin la presencia de un notario. Solo espero que mi pequeño amigo llegue a buenas manos y haga feliz a alguien como en su tiempo me hizo a mí.

jueves, 2 de agosto de 2012

Quito.. Coja avión al aeropuerto


Adrián Augusto Barrera Guarderas, Alcalde del Distrito Metropolitano de Quito desde el año 2009, miembro de Alianza País y con el carisma de una papa frita (Según mi criterio personal). Es (también según mi criterio) el Alcalde que más vituperios ha recibido por parte de los capitalinos y de los chagras como yo. 

Cuando me preguntan por qué se ha convertido en el objeto de mi desprecio es difícil enumerar todos los motivos pero a continuación trataré de hacer un breve listado sin un orden jerárquico, solamente en el orden que vienen las ideas a mi cabeza.

1. Pulmones de plástico: Luego de la tala indiscriminada de árboles en la capital (Hasta el momento, 226 árboles han sido removidos y 180 talados), el “Alcalde boulevard” ha instalado unos hermosos árboles de plástico en la misma vereda en la cual estuvieron esos pájaros que después migraron a tierras cálidas, seguidos de unas caretas de un carnaval adelantado y posteriormente fotografías de excelente calidad expuestas a la intemperie a un costo que se desconoce. 
 
2. Los “buleBares": La palabra es del francés, “boulevard” y según la RAE es un tipo de avenida ancha y arbolada. (Sobre los árboles ya hablamos en el punto anterior). Es verdad que una medida contra la inseguridad es la apropiación del espacio público por parte de la ciudadanía. Sin embargo, que levante la mano el que puede caminar por el parque de la Carolina o peor aún, por el bulevar de Cotocollao cuando está oscureciendo sin sufrir de delirio de persecución (En el mejor de los casos, sino ya te asaltaron).
Estos espacios per se no son una mala idea, pero creo que no se encuentran en el top 5 de las prioridades de una ciudad atestada por el tráfico, la inseguridad, la contaminación, el deterioro de las calles y veredas y un deficiente sistema de transporte. 

3. El pico y placa y la zona azul: Son dos temas que parecen diferentes pero convergen en una misma situación que es bastante decepcionante para esta ciudadana. Yo estoy de acuerdo en que se debe hacer algo por mejorar el deplorable estado del tránsito en la ciudad (Aunque personalmente no creo que el Pico y Placa sea un éxito como repite el señor alcalde y aunque no haya rendición de cuentas sobre lo que se hace con ese dinero). Lo curioso de esto es que hay todo un contingente de policías municipales que son buenísimos para multar y tienen verdaderos ojos de águila para ver las placas y los tickets de parqueo pero desaparecen de las calles cuando terminan sus horarios.
Lo más triste de todo es que también se han convertido en policías excelentes para una coima, sino lean el artículo “El pico y placa en mi ciudad”. Y cuando se trata de defender a una ciudadana frente a un asalto, no se inmutan pues ellos “no tienen jurisdicción sobre estos temas”. Y ni siquiera pueden ayudar a los peatones a cruzar las calles cuando hay mucho tráfico! 

4. La temporada invernal: Quito, afortunadamente no sufre del fenómeno del Niño pero sí que sufre con su alcalde. Se acuerdan de la época invernal cuando se inundaron varios sectores de la ciudad? Se acuerdan que tuvieron que rescatar a la gente en balsas?. Saben cuál fue la maravillosa solución planteada por el Municipio? Pues ha pintado una raya roja en cada uno de los pasos a desnivel de la ciudad indicando que “Si el agua llega a ese nivel, no debe pasar”. O sea que si usted pasa por el puente bajo esa advertencia, es problema suyo, no de la alcaldía.
Tengo tanto miedo cómo será cuando inicie la construcción del metro. Si así nomás Quito se ha convertido en un huequito de ciudad… con esta ejecución, ciertos sectores vamos a quedar al nivel del mar.

5. El registro de la propiedad: Desde que el Registro de la Propiedad pasó a ser administrado por los Gobiernos Autónomos Descentralizados, empezó el sufrimiento de constructores, vendedores, compradores y demás ciudadanos de a pie. No digo que con Lucio estábamos mejor como ciertos tweets que se leen por ahí, pero digo que antes podíamos sacar un certificado en tres días y una minuta en una semana. Ahora usted sabe cuándo ingresa su trámite pero no tiene la certeza de cuándo saldrá y para mitigar un poco los irrisorios plazos que ponen se indica el número de días laborables en los que saldrá su trámite (Quince días laborables = Tres semanas!). Lastimosamente, mi caso fue asignado a un analista que trabaja un día a la semana porque llevamos meses enteros en el trámite para hacer el huasipichay y seguimos esperando. 
 
Y ante todo esto el Doctor no tiene problema en subirse a las tarimas de la Shyris y salir bailando y cantando en televisión nacional.

¿No será hambre?

 Hace unos días vi un meme que me recordó a un episodio que viví hace como cinco años y es una historia que todavía me sonroja cada vez que ...