miércoles, 26 de marzo de 2014

La palabra con C...

Alguna vez han recibo un golpe en el estómago? No me refiero a un pequeño un golpecito en la panza, me refiero a uno de esos golpes que hacen que se detenga la respiración y que te hacen sentir que el último aliento se escapa sin remedio. Así. Bueno, a veces hay sucesos que tienen el mismo impacto pero cuya sensación no se va con tomar una simple bocanada de aire. 

En agosto del año anterior recibimos la noticia: Mamá había sido diagnosticada con cáncer (aún me cuesta escribir y pronunciar esa palabra), el cual no había sido detectado oportunamente. Nos enteramos de ello cuando aún no habíamos terminado de quitarnos la ropa negra por la pérdida de mi segunda mamá, quien falleció irremediablemente por la misma causa. 

No puedo negar que al principio me llené de rabia y de indignación porque no entendía la razón para tantos duros golpes en nuestra familia. Lágrimas, enojo y maldiciones fueron muy frecuentes pero no iban a llevarnos a ningún lado. Así que era hora de reorganizar nuestras prioridades para acompañarla en todo momento: exámenes, la operación, las quimios, radios y todo lo que fuera necesario para darle pelea a la enfermedad (que no es solo suya). 


El proceso no ha sido fácil. Hay una cicatriz que recuerda la operación realizada, su cabecita calva cubierta con gorritos o pañuelos para disimular la caída de cabello, su caminar pausado que debe lidiar con las miradas condescendientes. Mamá es una heroína y tiene un super héroe a su lado quien ha dejado todo para cumplir con los votos de "estar juntos en la salud y en la enfermedad y hasta que la muerte los separe (en muchos, muchos años)". Ese par de locos son mi ejemplo!


Mamá tuvo hoy su última quimio y, aunque el procedimiento continúa, ha sido el fin de una etapa que duró varios meses de permanecer en el hospital largas horas con un suero naranja en el brazo. Es verdad que todavía tenemos un largo camino pues se requieren 5 años de tratamiento antes de considerarla una sobreviviente al cáncer pero cada pequeño logro nos da un hálito de esperanza. Por esta razón, para mí hoy ha sido un gran día! 

¿No será hambre?

 Hace unos días vi un meme que me recordó a un episodio que viví hace como cinco años y es una historia que todavía me sonroja cada vez que ...