jueves, 26 de julio de 2012

Boda en el Ani Mini Mundo..


Después de dos meses de planificación loca tanto en mi vida profesional como en mi vida personal, ha bajado la marea y poco a poco todo vuelve a la normalidad en el Ani Mini Mundo. (Aunque aún nos queda el ajetreo de la mudanza).

Han sido dos meses de mucho estrés y de mucha presión. Nunca me imaginé que algo tan hermoso como nuestra boda eclesiástica iba a ser motivo de tantas discusiones pero creo que así es esto y agradezco que saliéramos ilesos de esta etapa.

Nunca me he visto a mí misma como una princesita y hasta pensé que el vestido se me vería ridículo pues iba a quedar como una gran piñata blanca que tiene que luchar toda la noche para pasar por lady. Sin embargo, al entrar a la iglesia con mi gran vestido blanco, con el velo cubriendo mi rostro, con mi padre sosteniendo mi brazo y ver a mi esposo esperándome en el altar… Todos mis miedos desaparecieron.

Está mal decirlo pero me sentí la mujer más hermosa y más afortunada de mundo. Los ojitos de los novios resplandecían más que los flashes de las cámaras y tuvimos una ceremonia maravillosa que culminó con uno de los besos más dulces de la historia, como si fuera el primero. El caminar de su brazo mientras los invitados nos felicitaban y nos arrojaban el arroz, fue una experiencia llena de emociones, difíciles de describir.

Al ingresar al hotel donde todos nuestros amigos y familiares nos esperaban, sonó “You’re still the one”, nuestra banda sonora por el resto de nuestras vidas. El vals con mi papi fue uno de los momentos más emotivos, que casi me desprenden las pestañas postizas que me pusieron durante la tortura del peinado y el maquillaje. Nuestro primer baile como esposos ante Dios fue “This years love” que lo bailamos como si fuera bolero… pegadito, pegadito.

Pocas veces en la vida uno puede reunir en un mismo lugar a toda la gente que quiere con motivos de celebración. Es más frecuente encontrarlos en hospitales y funerales. Pero ahí estaban, incluso retransmitiendo en vivo para Orlando con todo el cariño del mundo. Así comenzó el matrimonio de los Leoncitos y los Toritos.

Al final, empezó la farra. Simplemente espectacular! Zapatos afuera para compartir con amigos y familia de una vasta gama de géneros musicales. Bailamos sincronizadamente la macarena y lo intentamos con el meneíto pero fracasamos cuando el novio empezó a pisarme la cola (Del vestido), perreamos sucio y hasta abajo y el vestido de novia nos permitió jugar al torero al son del Toro Barroso hasta la madrugada cuando los novios se dieron a la fuga poco antes de que se apagara la música.

Y así es como llegué al final de este post pero este es el inicio de las nuevas aventuras de Ani y Fer.

¿No será hambre?

 Hace unos días vi un meme que me recordó a un episodio que viví hace como cinco años y es una historia que todavía me sonroja cada vez que ...