lunes, 12 de diciembre de 2011

En la hermana república de Guayaquil...

Nuevamente armé mi equipaje y emprendí el viaje. Es divertido cómo ahora tengo la maleta debajo de la cama y ya lista con los artículos de primera necesidad, solo tengo que completarla con la ropa más adecuada para el clima al que me enfrento y listo. En ella ha estado ropa adecuada (pero nunca suficiente) para el gélido clima del Quilotoa y los calores extremos de la Costa y esa cálida humedad de la Amazonía.

No obstante, tengo que confesar que mis viajes a Guayaquil han sido de los mejores y el Puerto Principal se ha convertido en mi destino predilecto. Al principio tenía cierta desconfianza porque uno lleva en la mente los altos índices de inseguridad y todas las advertencias que le hacen desde la capital respecto a las precauciones que se deben tomar entre las cuales, el claustro es la mejor opción. Además, el tema cultural es muy fuerte pues siempre hemos vivido en medio de ese absurdo regionalismo que ha marcado a nuestro país. "Monos" y "Longos" siempre se han encontrado y los unos tienen fama de sabidos y los otros de mojigatos.. pero todos somos ecuatorianos.

Es divertido bromear con mi jefe respecto a la "Hermana república de Guayaquil" porque, para comenzar, tienen otra cédula; tienen otro sistema de control de transporte y; según yo, se inventan palabras. Es verdad! Levante la mano el que ha escuchado la palabra "Bulluco", "Chapudo", "Conchito". Les reto a buscar en el diccionario de la Real Academia de la Lengua para ver su significado. Aparte que cuando se emocionan en las conversaciones, aceleran las revoluciones por minuto y no logro entenderles del todo. Por otro lado, yo soy una buena serrana que no escatima en el uso de palabras como "taita", "guagua" y el bien ponderado "achachay" o "arrrrrrrrrrrarrrrrray".

Mis viajes a Guayaquil han sido por trabajo pero se han convertido en deliciosos paseos gastronómicos. Nada como ir en ayunas al aeropuerto para hacer la primera parada en un café tradicional de la ciudad y desayunar un bolón de queso y chicharrón, de aquellos que vienen en plato sopero y me dejan con una sonrisa enorme y un hoyo menos en el cinturón. Y no se diga más sobre la sazón que tienen los cangrejos criollos, las banderas de mariscos, el famoso moro y las bandejas que venden para los consumidores nocturnos.Las delicias están en cada esquina.

Yo soy de esas serranas que solamente les falta llevar un letrero de neón encima. Siempre ando con sweater en los edificios y vivo quejándome por la baja temperatura del aire acondicionado y les digo que mi sensación térmica es más baja que en Quito. Y como si fuera poco, salí a pasear por las calles con la camiseta del equipo de mis amores hasta las Peñas donde vi un partido en medio de una jaba de barcelonistas y emelecsistas que casi me linchan porque la Liga Deportiva Universitaria derrotó en penales al Libertad de Paraguay. Solamente salté al techo de la emoción y les restregué la victoria en la cara! (Después de todo, no creo que haya sido buena idea. Eran mayoría!)

Después de Baviera, Guayaquil podría ser considerada la capital mundial de la cerveza porque cuando el sol brilla en todo su esplendor y la temperatura aumenta a número que en Quito serían impensables. El agua y las gaseosas no alcanzan, solo apetece una cerveza bien fría para entrar en ambiente. Sin duda, es una bella ciudad, con gente linda y muy buenos anfritriones, comida deliciosa y paisajes divinos.Espero que poco a poco, esas diferencias regionales no sean motivo de adversidad sino de enriquecimiento mutuo. Y eso básicamente..

4 comentarios:

  1. Hola Anita, me gusta tu espontaneidad al escribir este articulo sobre la hermana Republica de Guayaquil. Pues yo alzo la mano no sabia de esos palabras usadas por los Guayaquileños; me agrado el saber un poco mas acerca de esta ciudad de nuestro lindo Ecuador. Y bueno lo del regionalismo seria ideal que las diferencias atraigan a las regiones para un mutuo enriquecimiento como tu dices y no las alejen; esperemos que las nuevas generaciones rompan los típicos prejuicios y se de una verdadera unión con todos los Ecuatorianos.
    Continua escribiendo Anita.
    Un Abrazo

    ResponderEliminar
  2. Hola hija. este artículo me recuerda los cuentos que escribías de niña: el manejo apropiado del lenguaje, ese sabor que le pones a lo que dices y escribes. Creo que es un potencial innato aún no explotado. no pierdas de vista esta capacidad. Sigue escribiendo, me encanta.

    ResponderEliminar
  3. vaya no se como llegue aquí, pero tu relato en tu estadía en Guayaquil me hizo gracia en el buen sentido, la verdad es que en muchas cosas tienes razon al igual que la experiencia antes mencionada con respecto a la cerveza... sin embargo, "Republica de Guayaquil" si esta bien aplicado ya que en 1820 se hizo nación soberana y Ecuador lo omite demasiado al igual que la verdadera independencia... tal vez eso aun sigue grabado en los pocos que sabemos e investigamos, saludos y suerte en lo que haces.

    ResponderEliminar
  4. vaya, ni se por como llegue aquí... pero bueno debo resaltar que tus palabras me hicieron gracia en el buen sentido, sin embargo "Republica de Guayaquil" me llamó la atencion ya que lo fué en su tiempo y Ecuador lo omite en la mayor parte de su historia, fue estado libre y soberano obligada a unirse a la Gran Colombia... al igual que la verdadera Independencia que fue 1820, pero no me meteré en temas de historia ahora, ya que en si grandes recuerdos me han dado al leer tu tema de blog mencionando a la Ciudad del rio grande y el Estero.

    ResponderEliminar

¿No será hambre?

 Hace unos días vi un meme que me recordó a un episodio que viví hace como cinco años y es una historia que todavía me sonroja cada vez que ...