Con estos antecedentes, comprenderán que no era fácil darme cuenta de lo que ahora parece evidente. Hicieron falta dos pruebas caseras y un pinchazo y dos horas - que parecieron eternas - para enterarme que estaba embarazada. Inicialmente entré en shock porque no estaba preparada, debo reconocer que tengo una vida muy cómoda donde en muchas ocasiones puedo disponer de mi tiempo sin que alguien dependa de mí.
Luego entendí que estas cosas no ocurren por casualidad y que aceptaba este "encarguito" no solo con una profunda responsabilidad sino con infinito amor (Sin que suene a Revolución ciudadana). El primer eco fue impresionante porque era algo menos que una lenteja lo que el doctor definió como "su bebé". El segundo y el tercero no fueron tan divertidos porque las noticias que traían fueron bastante desalentadoras.
Al parecer el pequeño o pequeña no está creciendo como debería por lo que nos prescribieron reposo, unas horrendas pastillas y paciencia. Creo que es la prescripción más dura que me han dado. Sobra decir que fueron días duros por los que pasamos porque ya nos habíamos enamorado de ese punto negro que se veía en la televisión del consultorio.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJ0kAIdk1ncgvLsQ2YYs8q5TYAOr7QAhgmHcgX6n3GUe5384c9xFcYsEyFrYOPEWaKa03AzggTAHtKPCrvb5J5YvhuZ4c7-x4COeT3TfDizmNGx8D9M6c5woEOWcaEx37qn_cnylDpRu-W/s1600/Mami.jpg)
Entendí que hay decisiones que están más allá de nuestro control. Algunos dicen que es el destino, la vida o el universo pero yo prefiero llamarlo Dios. Y así como el tiempo de Dios es perfecto así que espero (ahora sí espero) que algún día yo pueda significar para alguien lo que mi mami significa en mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario